En Alentejo, ubicada en la costa suroeste de Portugal, encontramos una casa en la que se ha diseñado un enorme jardín con plantas autóctonas que incluso está rodeado de dunas y de arena, y que también han sido introducidas en el proyecto.
A través de unos pasillos de tablillas de madera, se van organizando las diferentes secciones del jardín, que incluyen una pequeña piscina perfectamente integrada en el paisaje.
Evocando los paraísos tropicales, han instalado un chill-out con tejado de paja, y estructura de madera
!donde se debe estar divino!
La casa, sencilla, está rodeada de porches donde disfrutar del exterior.
Sin duda alguna, un paraiso para disfrutar del buen tiempo de la zona y del enorme jardín (cuenta con 3.000 metros cuadrados), y recrearse con la vista de las plantas autóctonas, que por cierto, son muy bonitas, muchas de ellas arbustos de poca altura y dispuestos con gran acierto al combinar los diferentes colores de las flores.
Imágenes: http://freshome.com/
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