Esta casa de playa, ubicada en Portugal, está decorada enteramente con materiales naturales que destilan frescura. Madera en su estado natural y elementos africanos se unen para crear ambientes ligeros y marcadamente étnicos. La cercanía del mar se refleja en la elección del color del suelo de toda la casa y en algunas habitaciones con pequeñas pinceladas de un azul suave. Uno de los detalles más curiosos que tiene es que se ha jugado con mucha arquitectura de obra, como la chimenea, las mesitas del dormitorio y el escritorio-sofá. Éste último es muy original al aprovechar la pequeña construcción realizada para cumplir dos funciones. Desde luego, una manera inédita de abaratar costes. El resultado a la vista está, un hogar donde pasar buenas jornadas de playa con unos jardines que invitan a relajarse y a disfrutar de la naturaleza autóctona.
Diseño de Vera Iachia, Publicado con permiso de Desire to inspire
Yo quiero tener una casita en la plata adi ,,mar
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