Las terrazas no son sólo para el verano, sobre todo si tenemos la suerte de que sean cubiertas. Como en esta terraza nórdica que, a la vista está, se disfruta incluso en el crudo invierno. Como si fuera un porche y en un marco blanco, se han añadido piezas de color que le dan mucha alegría. Flores y plantas escogidas, plantadas en macetas y pequeños capazos, cojines y mantas de piel y de tela, asientos y mesita en mimbre teñido, recrean un ambiente de sala de estar en el exterior. La introducción de pequeños objetos de un exotismo palpable, como los farolillos marroquíes y las portavelas, consiguen un efecto étnico, un bello contraste para una terraza de acento nórdico que se sale de lo común.
Vía: Planete Deco
Un terraza con mucho encanto!
ResponderEliminarY con una buena mantita,que gusto!
Muchos besos de las dos
Um ambiente super acolhedor! Besitos, Manuela
ResponderEliminarUna terraza perfecta para leer con tranquilidad, muy bonita.
ResponderEliminarUn beso.