En una casa de planta estrecha y alargada como ésta, es vital aprovechar toda la luz que entra a través del jardín de la parte posterior. Para ello se sustituyó parte de la pared por un cerramiento acristalado que multiplica la luminosidad. La distribución se plantea como un gran espacio abierto que integra la zona de dia, en la que se planificó cuidadosamente cada centímetro. Se aprovecha una de las paredes para ubicar los armarios a medida y exentos y la otra, para situar la cocina en línea. Los elementos imprescindibles como el sofá, la chaise longue y la mesa de comedor se situan en el mismo lado, para dejar libre la zona de paso. La línea de tonos rojos, tierras y beiges potencian la calidez de todo el espacio.
En la planta superior, se apuesta por la gama de los azules y plateados para crear una atmósfera serena y fresca. En el dormitorio el protagonista es el papel pintado retro y el cabecero turquesa, que combinado con los cojines, también de aire retro, crean una nota de color en un espacio de colores uniforme.
El jardín es un auténtico vergel, con árboles y plantas trepadoras. La influencia asiática se trasluce en el bambú, los bonsais y en los Budas, que armonizan este pequeño oasis en la ciudad ideal para desconectar.
Publicado con permiso de Desire to inspire