Si eres de las que te gusta decorar tu salón lo más natural posible, llenarlo de plantas para una buena oxigenación y neutralización de olores, utilizar la luz natural siempre que se pueda y decorarlo con materiales renovables, entonces eres de las que como yo, sientes el bienestar que proporciona una decoración natural.
¿Cómo conseguirlo? Fácil, siguiendo los siguientes tips.
Los colores son parte primordial. Abusa de colores neutros, tostados y de verdes. Si, has leido bien, el verde, pero en sus tonalidades más claras. Estos tres colores combinan muy bien entre sí y proporcionan una intensa sensación de frescor. El verde se considera un color relajante, así que es perfecto para el salón.
Plantas, que no falten. Y si no eres partidaria de las plantas, pon ramos de flores, las que más te gusten. No sólo conseguirás perfumar tu salón de una manera natural con las flores, también los colores influyen en nuestro estado de ánimo, y a las flores les sobra color. Con las plantas contribuyes a regenerar el aire y en el caso de que sea una planta grande dentro de una bonita maceta te servirá como elemento decorativo.
Para los muebles, lo mejor es la madera. Una combinación que queda francamente bien son los muebles y mesas de madera con sofás de tapicerías en color crudo, pués aligeran el peso de la madera. Una alfombra de lana en color claro o de fibras naturales es el complemento ideal en la zona de estar.
Luz natural, cuanta más mejor. Porqué no sólo es agradable un salón bien iluminado, es que además hace resplandecer los elementos. Y nos levanta el ánimo. Pero cuando no podemos tener la luz que quisieramos podemos optar por algunos trucos, como por ejemplo, espejos y superficies reflectantes colocadas donde entre luz. Reflejan la luminosidad y la expanden a los rincones donde le hace falta.